Aún recuerdo con nitidez los días que entrenaba para correr mi primer maratón. Recuerdo perfectamente cómo tras esos interminables rodajes largos, aquellos entrenos bajo el sol o la oscuridad del paseo marítimo de Miami Beach, me decía a mí mismo que nunca más volvería a correr un maratón. Estaba convencido de que una vez que cumpliera mi sueño de correr una vez el de Nueva York no habría un segundo o un tercer maratón.
Sin embargo tres años y pico después estoy a menos de seis días de tomar la salida en el quinto. No he podido desengancharme.
Este maratón es además especial por varios motivos, pero sobretodo es diferente porque es la primera vez que afronto la distancia con posibilidades claras de bajar de tres horas. Siempre que mejoras una marca es importante y satisfactorio, pero seguramente la barrera de las tres horas en maratón es la más buscada, la más perseguida y seguro, la que más sueños ha roto. Y precisamente por eso último, por todos los sueños que han roto esas jodidas tres horas, este es el maratón que más respeto me produce de todos los que he corrido. No se me puede olvidar que a pesar de mi estado de forma, bajar de tres horas para un corredor de mi nivel no es ni mucho menos fácil. He visto a gente con más nivel que yo fallar en el intento. He visto a corredores experimentados y curtidos desfallecer en el sueño de ponerle un dos por delante a su marca en maratón. No hay nada que me asegure que a mí no me pasará lo mismo...
Pero a pesar del respeto que le tengo sé que si hago una buena carrera y no me pasa nada raro debo de conseguirlo. A pesar de no haber hecho un plan específico para el maratón durante el verano, creo que la preparación es más que buena. Tal vez el volumen total de kilómetros no es tan grande como en otros maratones, pero considero que las circunstancias y el estado de forma del que partíamos hacía que esta fuera la mejor opción. Mi sensación es que por fin estoy listo para bajar de tres horas.
Ahora ya sólo me queda descansar bien esta semana y terminar de mentalizarme y preparar la mente, seguramente el factor más importante y decisivo de todos. Después, el domingo por la mañana, correr lo mejor que pueda.
Salud !!