Nunca ha sido un secreto que el maratón es mi distancia favorita. La última vez que me puse en la línea de salida de uno de estos fue hace algo más de un año. Desde entonces he vivido mi peor año atlético, con una extraña lesión que me ha lastrado mucho sobre todo en el aspecto mental. Desde final del verano, sin embargo, he ido recuperando parte de la confianza perdida, y he realizado algunos entrenamientos que me iban levantando poco a poco el ánimo.
El domingo afronto mi séptimo maratón, que además es campeonato de España, mi primer campeonato de España. Lo afronto con la ilusión de volver a enfrentarme a esta distancia mítica. Lo afronto con ganas de desquitarme de un 2011 negro. Lo afronto con la duda de si seré capaz de volver a ser competitivo en esta distancia. Lo afronto con la confianza de haber hecho las cosas bien los últimos meses.
Veremos qué pasa el domingo, yo iré a por todas con la clara intención de mejorar la marca que hice en San Sebastián 2011: 2h50'55". Luego el maratón me pondrá en mi sitio, pero hasta entonces, soñar es gratis.
Lo cuento el domingo.