28 de marzo de 2013

Estados de forma. Estados de gracia.

Los que lo practicamos, amamos y vivimos a diario sabemos perfectamente que este es un deporte muy duro. Hay que entrenar mucho para mejorar, hay que sufrir siempre para llegar al máximo y hay que regalar esfuerzo e ilusión para tener opciones de recibir a cambio un resultado satisfactorio. Resultado además que no siempre llega. Pero igualmente hay épocas en las que sin saber bien por qué atravesamos por momentos de forma espectaculares. Algo que ocurre pocas veces. Algo que yo pienso que cuando ocurre hay que intentar aprovechar y sacar el máximo partido de esos estados de gracia.

Ayer 27 de Marzo se disputaba el XXVIII Trofeo Ciudad de Cartagena. Es una competición en pista que se celebra todos los años el Miércoles Santo con diversas pruebas tanto para categorías inferiores como para adultos. Este año la Federación Murciana decidió (con buen criterio a mi entender) incluir el Campeonato Regional Absoluto de 10000 metros lisos en pista en este competición. Es bastante probable además que sea el único 10000 en pista que se organice en toda la temporada en Murcia.

Era perfectamente consciente de que correr este 10000 a tope no es lo mejor para la preparación del maratón. Pero aún así decidí (con el consenso de David) hace varias semanas que me inscribiría a este campeonato con la intención de correrlo a muerte. Estoy en el mejor estado de forma de mi vida y esta época del año es buena porque aún no hace el calor asfixiante del verano. Era por tanto una gran oportunidad para hacer una gran marca.

Mi mayor duda era si había recuperado bien de los esfuerzos de la semana pasada. El domingo terminé el rodaje largo hecho polvo y el lunes me dolían mucho las piernas. Notaba los músculos hinchados. Como tenía descanso aproveché al salir de trabajar para ir a Mercadona, comprar un saco de hielo, llenar la bañera con agua y hielo y meter las piernas 10 minutos. Además me acosté prontísimo para intentar dormir lo máximo posible. El martes después de trabajar salí a rodar 40' en los que me encontré francamente mal y bastante lento. Además todos los dolores que arrastro salieron a flote. Sin embargo ayer al levantarme me dio la sensación de que esos dos días de cuidado y descanso me habían arreglado las piernas.

Y con esas me presenté ayer en Cartagena junto con David, Ginés y Javi Fernández. Tras tomar un café y calentar durante más o menos 30 minutos nos pusimos la zamarra de los Fondistas y nos fuimos para la salida. Algunos nervios, bromas con otros corredores y sin darnos cuenta ¡¡pum!! estamos corriendo.

Un total de 10 atletas tomamos la salida. Como era de esperar la gente sale lanzada. Voy octavo llevando por detrás sólo a Javi (que hacía su debut en pista) y a David que iba a ser su liebre. Paso el 1000 en 3'39". Al poco cojo al séptimo clasificado, lo paso y lo suelto. Paso el 2000 (3'37"). Llevo por delante a unos 15 segundos a Ginés y a Bouzakri El Said del UCAM Athleo Cieza. Mi sensación es que les recorto uno o dos segundos por vuelta pero no me cebo. Si sigo igual acabaré pillándolos, así que me centro en mantener un ritmo constante. Paso el 3000 (3'35"), el 4000 (3'34") y el 5000 (3'34"). Primera mitad de la carrera en 17'59". Voy a ritmo de 36' y estoy a punto de alcanzar a los dos corredores que me preceden. Les doy alcance y me doy un respiro detrás de ellos más o menos una vuelta. Después me pongo a tirar y Bouzakri intenta mantenerse por delante. Pasamos el 6000 juntos (3'34" de nuevo) con unos metros sobre Ginés pero al poco termina cediendo y sigo en solitario. Veo que uno de los corredores que iba por delante se ha retirado y que por tanto soy el cuarto en carrera. Con una mirada hacia atrás me doy cuenta que estoy cogiendo distancia y que por tanto el puesto está más o menos asegurado. La carrera se convierte entones en una contra-reloj para intentar bajar de 36 minutos. Paso el 7000 (3'34"). Paso el 8000 (3'34"). Quedan 5 vueltas y tengo una pequeña crisis. De hecho el tiempo de la siguiente vuelta vuelta se me va un poco. Por detrás Ginés se ha puesto quinto y me va recortando algunos metros. Paso el 9000 (3'39"). Ufff. Es el kilómetro más lento. El acumulado es de 32'20". Es decir que haciendo el último 1000 en 3'39" o menos bajo de 36 minutos. Creo que puedo. Vamos. Aumento un poco el ritmo y me vacío, ahora sí, para rascar todos los segundos posibles. Toque de campana, queda una vuelta. Tiro a muerte con todo. 200 metros para meta y paso en 35'10". Bajo de 36 seguro, pero cuando llego a la recta final esprinto para arañar algún segundo más. Cruzo la meta y paro el crono. He sido cuarto. Estoy exhausto pero satisfecho. Miro el reloj: 35'50" y 3'30" para el último mil. Sinceramente, no esperaba correr tanto.

Como decía al principio, es posible que haber hecho este 10000 no sea lo más aconsejable de cara la preparación del maratón, pero hay estados de gracia que hay que aprovechar. No tengo claro si alguna vez se volverán a juntar todos los factores para volver a tener opciones de bajar de 36 minutos en un 10000 en pista. Pero desde ayer puedo decir que una vez bajé de 36 minutos en un 10000 en pista, que es donde se hacen las marcas. Y eso ya es para siempre y no me lo quita nadie.

Eso sí, esta ha sido mi última competición antes del Mapoma. El mes que queda por delante será exclusivamente para entrenar. Lo seguiremos contando.

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