Eterno Roger Federer...

Hace justo tres años me salté las normas de mi blog y dediqué una entrada a ensalzar la figura de uno de mis grandes ídolos deportivos. Aquel Julio de 2009 Roger Federer ganaba su sexto Wimbledon en una impresionante final contra Andy Roddick, y de paso le arrebataba el número uno del mundo a Rafa Nadal. Aquel día también superaba el récord de Pete Sampras ganando su decimoquinto Grand Slam, convirtiéndose en el primer y de momento único jugador de tenis capaz de hacerlo. Aún ganó otro Grand Slam (Australia 2010), el decimosexto de su carrera, antes de que de nuevo Rafa Nadal le arrebatara el número uno del mundo y le dejara a tan sólo una semana de empatar el récord de Pete Sampras como el jugador con más semanas al frente de la clasificación de la ATP. La edad del propio Federer y el empuje y calidad de Rafa Nadal y Novak Djokovic hacían presagiar ese momento como el principio del fin de los grandes días de Roger, abocado tal vez ya a pequeñas pinceladas de su inagotable clase.

Relegado al número tres del mundo y ensombrecido por el talento y constancia de Rafa y Nole, dominadores del circuito ATP en los dos últimos años, ha sabido dosificar su tenis y reinventarse para, una vez más, esperar su momento y volver por la puerta grande. A sus casi 31 años ha vuelto a escribir otra brillante página en la historia, ya no del tenis, si no del deporte en general, ganando Wimbledon por séptima vez, sumando con esta victoria su Grand Slam número 17 y volviendo al número uno del mundo con lo que se convierte también, ahora sí, en el tenista que más semanas ha liderado esta clasificación empatado con Pete Sampras, cerrando el círculo que empezó a dibujar en los octavos de final de Wimbledon 2001.

Una vez más me quito el sombrero con Sir Roger, coleccionista de récords, y le doy mi modesta enhorabuena con el deseo también de seguir disfrutando muchos años más de su tenis de clase y alta escuela.

Y es que al final siempre vuelve, eterno Roger Federer...