Qué menos que recordar en este blog mi debut como corredor de fondo. Qué menos que recordar mi debut en la maratón más famosa del mundo. Qué menos que recordar la satisfacción de cruzar la línea de meta en Central Park exhausto, en menos de 3 horas y media. Que menos que recordar aquel 5 de Noviembre de 2006.
Hay días que te levantas con un cosquilleo en el estómago, con los nervios y las ganas de saber que ha llegado un momento importante en tu vida, y este lo era. Llevaba casi nueve meses entrenando, desde los 20 minutos del primer día que salí a correr con las agujetas que me provocaron, hasta las 4 horas corriendo de mi última tirada larga tres semanas antes del día D. Mucho progreso, muchas horas en el calor y la humedad de Miami haciendo kilómetros y kilómetros. Todo eso tenía un objetivo y un por qué, y ese momento había llegado.
Hacía frío, aunque menos del esperado por las previsiones más pesimistas. Allí estábamos en Fort Wadsworth los casi 40.000 runners que íbamos a tomar la salida. Unos bebiendo café, otros recibiendo masajes, otros dejando pasar el tiempo, haciéndose fotos... había de todo. Yo estaba relajado, tranquilo, me encontraba bien y sabía que las cosas iban a salir bien. Estaba confiado, había apostado con mi jefe, el gran José Ruiz Arbeloa, que acabaría en menos de 4 horas, y tenía muy claro que iba a conseguirlo. Me hidraté bien las dos horas antes, y comí las cantidades adecuadas de comida. No hablé prácticamente con nadie, simplemente dejé que mi relajación poco a poco se fuera convirtiendo en emoción y esa emoción en adrenalina que me llevara más deprisa hasta la meta.
Aún recuerdo con nitidez el momento en el que me coloqué en mi "corral", el destinado a los dorsales entre el 8000 y el 8999 justo antes de andar entre los gritos de ánimo de los voluntarios hasta la zona de salida en el Puente de Verrazano. Aún recuerdo los eternos 10 minutos previos al pistoletazo. Aún recuerdo el olor a reflex y la adrenalina que soltaban a base de gritos y saltos otros corredores. Aún recuerdo todo eso y por supuesto, el BOOOOM!!!!! de la salida, el sonido que indicaba que las próximas horas las iba a vivir corriendo por las calles de Nueva York. A por todas me dije, este es tu día, y empecé a correr sin parar buscando la línea de meta.
...Continuará...
Hay días que te levantas con un cosquilleo en el estómago, con los nervios y las ganas de saber que ha llegado un momento importante en tu vida, y este lo era. Llevaba casi nueve meses entrenando, desde los 20 minutos del primer día que salí a correr con las agujetas que me provocaron, hasta las 4 horas corriendo de mi última tirada larga tres semanas antes del día D. Mucho progreso, muchas horas en el calor y la humedad de Miami haciendo kilómetros y kilómetros. Todo eso tenía un objetivo y un por qué, y ese momento había llegado.
Hacía frío, aunque menos del esperado por las previsiones más pesimistas. Allí estábamos en Fort Wadsworth los casi 40.000 runners que íbamos a tomar la salida. Unos bebiendo café, otros recibiendo masajes, otros dejando pasar el tiempo, haciéndose fotos... había de todo. Yo estaba relajado, tranquilo, me encontraba bien y sabía que las cosas iban a salir bien. Estaba confiado, había apostado con mi jefe, el gran José Ruiz Arbeloa, que acabaría en menos de 4 horas, y tenía muy claro que iba a conseguirlo. Me hidraté bien las dos horas antes, y comí las cantidades adecuadas de comida. No hablé prácticamente con nadie, simplemente dejé que mi relajación poco a poco se fuera convirtiendo en emoción y esa emoción en adrenalina que me llevara más deprisa hasta la meta.
Aún recuerdo con nitidez el momento en el que me coloqué en mi "corral", el destinado a los dorsales entre el 8000 y el 8999 justo antes de andar entre los gritos de ánimo de los voluntarios hasta la zona de salida en el Puente de Verrazano. Aún recuerdo los eternos 10 minutos previos al pistoletazo. Aún recuerdo el olor a reflex y la adrenalina que soltaban a base de gritos y saltos otros corredores. Aún recuerdo todo eso y por supuesto, el BOOOOM!!!!! de la salida, el sonido que indicaba que las próximas horas las iba a vivir corriendo por las calles de Nueva York. A por todas me dije, este es tu día, y empecé a correr sin parar buscando la línea de meta.
...Continuará...
Espero que continúes pronto porque está emocionante. Como sabes por el foro de Runners, yo debutaré también este año y leyéndote me lo imagino muy nítidamente...seguimos en contacto.
ResponderEliminarSuerte para Berlín
Saludos.
nycmarathonyalgomas.blogspot.com