12 de mayo de 2013

R'n'R Madrid Marathon 2013. El más duro de todos.

He corrido ya nueve maratones. Nueve maratones son muchos. Eso hace que me haya enfrentado en multitud de ocasiones a momentos complicados, momentos de desesperación, cansancio extremo o descontento. También he sentido alegría, ilusión, orgullo y satisfacción. Es una prueba épica en la que la resistencia física y mental es llevada siempre al límite, y una prueba en la que el fracaso está esperando para aparecer al más mínimo resquicio o debilidad. Todos los maratones que he corrido me han enseñado y aportado cosas. Aspectos que me hacen crecer como atleta e incluso en ocasiones como persona. Algunos más que otros y no todos las mismas cosas, pero de todos siempre saco conclusiones y enseñanzas.

El pasado domingo 28 de Abril me enfrentaba en Madrid a mi noveno maratón, siendo esta además mi segunda participación en el maratón de esta ciudad tras correrlo en 2009 y hacer 3h00'22". Un circuito rompepiernas con un final de órdago siendo los 7 últimos kilómetros cuesta arriba casi sin descanso. La preparación no obstante había sido excelente así como mi estado de forma. Mi objetivo ambicioso y complicado pero posible: Bajar de 2h50 y hacerlo corriendo más rápido la segunda media. Lo que no sabía antes de empezar era que me iba a enfrentar al maratón más duro y complicado de todos los que he corrido...

Llegamos a la zona de salida el nutrido grupo de Fondistas de Alcantarilla que hoy vamos a hacer el maratón. Es algo más tarde de las siete y media y unos cuántos nos separamos para buscar un sitio para tomar un café. Tras andar unos 15' minutos lo encontramos, tomamos café y volvemos a la zona de salida a dejar la bolsa en el guardarropa y prepararnos para calentar un poco e irnos a la salida. Son las 8:25. Hay un lío gordísimo montado en los camiones. Van pasando los minutos y la cola no avanza. A las 8:40 me empiezo a preocupar seriamente. "No llego a la salida a las 9 de ni de coña". Me parece ver a Pedro Serna a punto de dejar su bolsa y tras una breve conversación a gritos le lanzo mi bolsa unos 10 metros por encima de decenas de cabezas. La coge al vuelto, mete su ropa dentro de mi bolsa y consigue dejarla en el camión a tiempo para poder llegar a la salida. Vamos trotando hacia nuestro cajón y entramos. Intento avanzar lo máximo posible y le pierdo de vista. Trato de concentrarme y mantener la calma. 8:58, emotivo minuto de silencio por el atentado de Boston. 9:00 y se da la salida. Vamos a por el noveno Carlitos.

Se da la salida y empiezo a correr. Los primeros kilómetros son cuesta arriba sin descanso, así que la idea es tomármelo con calma al principio. Llevo dos geles en el bolsillo del pantalón y uno de la gorra. Los del pantalón empiezan a rozarme. No llevo ni un kilómetro. Lo saco y lo meto en el guante derecho. Me molesta. Lo saco, lo doblo y lo vuelvo a meter. Me sigue molestando un poco pero intento pensar en otra cosa. Al fin y al cabo tengo pensado tomármelo en el 17 y medio. Empiezo por ese y listo. Cartel del primer kilómetro y vistazo al reloj: 4'20". Lento pero es normal. Además me encuentro regular, hace mucho frío y necesito ir cogiendo ritmo. Me alcanza Pedro Serna. Charlo un poco con él y en el segundo kilómetro miro el reloj y veo 8'35". Pedro sigue hacia delante y yo sigo buscando sensaciones. Busco algún compañero de equipo pues al ritmo que voy Javi o José Ángel podrían estar por aquí, pero no los veo. Pasa el 3, el 4 y llega el cartel del 5. Marco el primer lap en 21'00". Mi objetivo es pasar la media maratón en 1h25'00", para lo que tengo que hacer los parciales de 5 Km en 20'05".

He perdido casi un minuto en este primer cincomil, que es más o menos lo previsto pues es todo cuesta arriba. Justo al pasar el cartel que lo marcaba empezamos a bajar. Los próximos kilómetros son de continuas subidas y bajadas, pero con más tramos favorables que desfavorables. Es a partir de aquí donde mi idea es ir poco a poco recortando ese minuto, pero sin perder la cabeza pues hay varias subidas que te van quitando unas fuerzas que harán falta al final. Sigo sin encontrarme bien, y a pesar del frío y el fuerte aire que hace tengo la sensación de que la camiseta térmica que llevo debajo de la de competición me estorba. Miro el reloj en algún paso kilómetrico y veo que voy algo más lento de 4'00"/Km. Debería de ir un poco más rápido pero no voy suelto ni creo que sea buena idea aumentar el ritmo. Empiezo a pensar si quitarme o no la camiseta. Paso el kilómetro 8 y en una zona que me coge un grupo me quito la camiseta de tirantes y con la ayuda de un corredor que me la sujeta un momento me quito la térmica y me vuelvo a poner la de tirantes. Es una camiseta buena y me da pena tirarla, así que decido llevarla en la mano hasta el kilómetro 13 que debe de estar mi prima en el público. Enseguida llega el kilómetro 10. 20'07" para este parcial.

No he conseguido recortar nada en este parcial y además las sensaciones son malas. Me cuesta incluso mantener ese ritmo. Hay buenas bajadas pero trato de no alargar mucho la zancada para no machacarme, y en las subidas aprieto lo justo para no fundirme. Pasamos el 11 y el 12 y llegamos a la larga subida para llegar a Cuatro Caminos. Pasamos el 13 y llegamos a Cuatro Caminos. Busco a mi prima entre el numeroso público para darle la camiseta. Me abro al lado derecho e incluso bajo un poco el ritmo, pero no la veo. Giro a la izquierda y empiezo a bajar Bravo Murillo. Veo a Sonia, mi medio vecina que me anima. Mis sensaciones y mi gesto no es bueno, pero le lanzo la camiseta. No voy bien joder, no me gusta cómo va todo y quedan casi 30 kilómetros por delante. Hasta el kilómetro 15 es todo cuesta abajo, así que sigo buscando sensaciones a ver si cambia un poco la cosa. Y llega el kilómetro 15. Marco el parcial: 20'15".

En el parcial anterior no sólo no he recortado si no que además he vuelto a perder unos segundos. Pero hoy no doy para más. Justo al pasar el 15 giramos a la izquierda y llegamos a una larga subida en la Calle Alberto Aguilera. Sigo con mi táctica de subir con calma y no perder la cabeza. Busco un poco de sensaciones pero nada. Paso el 16, y al poco giramos a la derecha mientras que los atletas que están haciendo la media maratón siguen recto. El terreno es más favorable pero miro de vez en cuando el reloj y los tiempos no salen. Trato de no perder la calma. Pasamos el 17 y me saco el gel del guante. Si no recuerdo mal hay una estación de agua en el 17 y medio. Un poco más adelante giramos a la derecha para entrar en la que para mí es la parte más bella de este impresionante recorrido: La Gran Vía. Son apenas 300 metros pero la sensación de correr por ese lugar es sencillamente indescriptible. Esa sensación, sin embargo, no mitiga mi malestar y mis malas sensaciones. Además sigo con el gel en la mano pues no hay estación de agua. Me planteo por un momento bajar el ritmo y esperar a alguno de los compañeros que intentan bajar de 3 horas e intentar echarles una mano, aunque me quito enseguida ese pensamiento. Giramos a la izquierda por la Calle Preciados para llegar a la Puerta del Sol. Antes pasamos el 18. En la Puerta del Sol giramos a la derecha y encaramos la Gran Vía. Voy con muy malas sensaciones y además en tierra de nadie. Pasamos por el 19 y logro escuchar y ver a mi prima en el público. Le hago un gesto con el pulgar hacia arriba, pero en el fondo sé que no es real, que voy mal. Además he mirado el crono en algún kilómetro y voy un poco más lento que antes. Giramos a la derecha para encarar la Calle Bailén y el aire empieza a entrar muy fuerte de cara. Me coge un grupo. Dos corredores hablan sobre el posible tiempo de paso por la media. "Vamos a pasar en 1h26'30"" les digo. Enseguida nos coge otro grupito. Uno de sus integrantes me llama Carlitros y me pregunta cómo voy. Le digo que mal y me pongo a cola. Dejamos el Palacio Real y giramos ligeramente a la izquierda a la Calle Ferraz que nos recibe con una fuerte subida. Hay estación de agua, así que decido tomarme el gel. Tengo algún problema para abrirlo y al beber agua me atraganto un poco. Paso el kilómetro 20 haciendo el parcial desde el 15 en 20'25".

La subida donde está el 20 es dura y paso una crisis. El grupo se me va y me lo tomo con calma. Termino la subida y poco a poco me recupero de la crisis y con algo de esfuerzo engancho con el grupo y me quedo a cola. Intento recuperarme sobre todo a nivel mental. Pasamos la media maratón en 1h26'25". Hace muchos kilómetros que sé que no bajo de 2h50' y desde hace tiempo mi planteamiento es terminar sin un pinchazo gordo e intentar aguantar el tipo y para hacer menos de tres horas. Los kilómetros que vienen ahora hasta la Casa de Campo son favorables, aunque el aire nos está entrando de cara y es una zona abierta donde apenas te puedes resguardar. El grupo es de unos 8 ó 10 corredores. Me van sacando un poco de punto, pero el siguiente grupo está unos 10 ó 15 segundos por detrás así que decido sufrir para aguantar aquí. Pasamos el 23 y giramos a la izquierda para encarar el Paseo de La Florida. Ahora el viento da bastante a favor lo que hace que aunque es llano o incluso picando un poco para arriba vayamos mucho más cómodos. Casi en el 24 el grupo se rompe y se van por delante unos cuántos corredores. Yo decido quedarme con otros tres corredores (el que me llamó por mi nombre, su amigo Quique al que le va haciendo de liebre y el que le dije cómo íbamos a pasar la media). Juntos encaramos la subida que lleva al kilómetro 25 donde me llevo una gran alegría viendo, tal y como me dijo, a mi amigo Iñaki dando ánimos. Pasamos por el 25 y se me olvida darle al crono. Giramos a la derecha y entramos en la Casa de Campo. Nos mantenemos en grupo y poco a poco empezamos esta subida que tanto se pega. Pasamos el 26 y vuelvo a picar el crono: 24'29" desde el kilómetro 20.

Nos hemos quedado un buen grupo y además nos entendemos bien. Aún así estamos en una zona bastante crítica del recorrido y se nos empalaga la subida. De hecho miro uno de los kilómetros que se nos va a 4'15". Sin embargo nadie se atreve a avivar esto, sólo vamos esperando llegar al 29 para dar la vuelta y empezar a bajar un poco. Llegamos y justo al dar la vuelta se aumenta un poco el ritmo. Empiezan a sacarme un poco de punto y me pongo a cola. Enseguida pierdo contacto y me quedo solo en tierra de nadie. Llega el 30 y saco el gel que llevo en el pantalón, pero no consigo abrirlo antes de llegar al avituallamiento. Cojo el agua e intento abrir el gel con los dientes pero no puedo. Tengo que volver a pedir a otro corredor que me sujete el agua. Me tomo el gel, me da otra vez la botella y bebo. El grupo se me ha ido unos 8 ó 10 segundos y me encuentro muy mal. Marco el lap en el 30: 16'43" para los 4 últimos kilómetros. Cada vez más lento.

Parece que el gel me recupera un poco y me empiezo a encontrar un poco mejor. Además los siguientes kilómetros hasta el 35 son más o menos favorables. Decido también a partir de ahora marcar todos los miles. Paso el 31 en 4'13". Mis piernas no dan mucho más a estas alturas. Además estoy echando mucho de menos la camiseta térmica que tiré en el 13 porque hace mucho frío y mucho aire. Justo al salir de la Casa de Campo hay una fuerte subida. La habíamos estudiado el día de antes y no me pilla por sorpresa. La subo más o menos bien e incluso recorto distancia con el grupo en el que iba hace un rato. Al terminar hay una fuerte bajada que te recibe con el cartel del 32. 4'12". En la bajada me lanzo y enlazo de nuevo con el grupo. Me he metido un buen calentón pero no está la cosa para ir solo con este aire. Ya en el grupo paso el kilómetro 33 (3'58"), el kilómetro 34 (4'08") y el kilómetro 35 (4'10").

Hemos dejado el Calderón a la espalda y a partir de aquí es un "Sálvese Quién Pueda". Me tomo mi último gel (esta vez sin incidentes) y comenzamos a subir. Tras pasar el 35 giramos a la derecha y nos recibe una cuesta criminal en la que además de nuevo el aire pega de cara. Me cuesta aguantar el ritmo del grupo, que de hecho se rompe. Se van por delante Quique y su liebre y yo me quedo con el otro corredor. Subimos como podemos y giramos a la derecha de nuevo. Esa zona nos da un poco de tregua pues es ligeramente cuesta abajo y el aire ayuda un poquito. Pasamos el 36 en 4'27". Aprovechamos la bajada para recuperar un poco de fuelle, pero enseguida giramos ligeramente a la izquierda y empezamos otra vez a subir, esta vez ya sin descanso. Pasamos el 37 en 4'18". "Aún vamos rápido" le digo. Durante un par de minutos charlamos un poco de lo durísimo que se está haciendo el maratón y de que a pesar de eso, si no pinchamos, vamos a rondar las 2 horas 55. La conversación nos distrae de que con la siguiente curva a la izquierda el aire vuelve a entrar de cara y de que ahora ya subimos sin descanso. Pasamos el 38 en 4'21" pero me doy cuenta de que me está sacando de punto el ritmo que llevamos, así que le dijo que siga él, que yo me quedo. Me anima y me dice que no, que tenemos que seguir hasta el final y le insisto en que se vaya y en que no voy a desfallecer. Ahora sí que me quedo solo y trato de regular el esfuerzo para los 4 kilómetros que quedan. Voy muy concentrado, tanto que al llegar a la zona de Atocha se me pasa el cartel del 39. Miro para atrás y lo veo. En esta zona la subida suaviza un poco, pero trato de reservar un último gramo de fuerza pues sé lo que me espera cuando gire a la izquierda. Llega el giro y ahí está el muro de la Calle Alfonso XII. Es tal vez la cuesta más dura de todo el recorrido y he pensado mucho en ello. Subo más o menos bien y veo justo donde termina a Vicente. Me anima con fuerza e incluso puedo chocarle la mano. Llego arriba y paso por el 40 marcando 8'54" desde el 38.

Quedan 2 kilómetros y pico y he pasado el 40 en un tiempo de 2h45'43". Calculo que tengo poco más de 9 minutos para bajar de 2h55. No lo veo claro porque las fuerzas escasean, me he dejado todo en los 40 anteriores, pero intento terminar con la mayor dignidad posible. Al fondo se ve la Puerta de Alcalá y sé que al llegar giramos a la derecha y estará esperando el kilómetro 41 y la última subida fuerte. Como diría el gran David Sánchez Romero, el último CUESTARRÓN. Llego a la Puerta de Alcalá y paso por el 41. Marco 4'26" ese kilómetro. Me da mucha alegría recibir ahí los ánimos de mi amiga Matuca primero y de Lucía (la novia de Miguel) después. Con ese último impulso subo como puedo la cuesta y por fin entro al Retiro. No sé ni cómo saco fuerzas para apretar un poquito más y tratar de aprovechar los metros de bajada que quedan hasta meta. Oigo algún grito de ánimo con mi nombre pero no acierto ni a ver de quién, paso el kilómetro 42 (4'13") y disfruto del esfuerzo de los últimos 200 metros mientras por megafonía anuncian mi llegada. Levanto los brazos de alegría y paso por el arco de meta en un tiempo de 2h55'09". Termino exhausto con la sensación de haber corrido el maratón más duro de toda mi vida.

Tengo que decir que a pesar de lo lejos que me quedé de mi objetivo terminé muy contento. La dureza propia del circuito, unida a las condiciones que tuvimos aquel día y a las malas sensaciones y el mal día que yo tuve, hacen que valore esa marca y la forma de conseguirla tanto o más que cualquiera de las tres veces que he corrido un maratón más rápido.

Por último me voy a permitir la licencia de poner la evolución de puestos en los pasos intermedios. En ella se puede observar cómo a pesar del mal día que tuve y a pesar de correr la segunda media 2 minutos más lenta que la primera, la progresión en puestos desde el kilómetro 21 hasta meta es buenísima.

Km. 5 --- Puesto 221
Km. 10 --- Puesto 220
Km. 15 --- Puesto 232
Km. 20 --- Puesto 244
1/2 Maratón --- Puesto 243
Km. 25 --- Puesto 229
Km. 30 --- Puesto 201
Km. 35 --- Puesto 169
Km. 40 --- Puesto 162
META --- Puesto 153