26 de enero de 2013

Road to Madrid --- Semana ZERO

23 de Abril de 2012. Han pasado poco más de 24 horas desde que crucé la línea de meta en el Maratón de Londres. Vuelvo de la capital inglesa en un vuelo de Easyjet. Tengo una mezcla de sensaciones extrañas. Satisfacción y desencanto a partes iguales por el resultado. Nostalgia de los meses que pasé en ese país en 2009. Alegría de haber compartido momentos y kilómetros con algunos de los grandes amigos que dejé allí. Orgullo de haber compartido esta experiencia con mi gran amigo Ángel Pacetti, que además está sentado a mi lado en este vuelo Londres - Alicante. Pero por encima de todo, tengo una gran sensación de cansancio mental que se impone a lo demás. Estoy exhausto.

Durante el vuelo hablamos, compartimos experiencias, hacemos bromas y, por supuesto, dedicamos parte de esa conversación al hecho de que David, nuestro David Sánchez Romero, ayer volvió a agrandar su figura haciendo 2h30' en el Maratón de Madrid mientras nosotros estábamos en Londres. Es en esa conversación en la que decido que en 2013 iré al Maratón de Madrid. Es en esa conversación en la que también decido, además, que no correré ningún otro maratón antes. Estoy exhausto de maratón, necesito que Filipides me de un descanso, y quiero que ese descanso termine en Madrid.

En el año 2009 corrí el Maratón de Madrid. Fue mi cuarto maratón. Por aquel entonces yo nunca había bajado de tres horas, aunque en realidad nunca había ido a un maratón con opciones reales de conseguirlo. Aquel día sí. Era muy complicado bajar de tres horas por mi nivel como atleta. Era muy complicado bajar de tres horas por el perfil del maratón. Era muy complicado porque habíamos preparado el maratón en apenas ocho semanas y viniendo de un invierno lleno de competiciones de otro tipo. Pero era posible. Era posible y David y yo lo sabíamos. Tengo que reconocer que de los ocho maratones que he corrido hasta la fecha es el único que puedo decir que he dominado, el único que he podido correr al ataque, que he planteado una estrategia y he podido llevarla adelante. El único que tras 35 kilómetros he tenido la sensación de que aún me quedaba una marcha más. Pero no conseguí bajar de tres horas, me faltó un suspiro. Crucé la meta en 3h00'22". Esa espina la tengo y la tendré siempre clavada.

Tengo que decir también que de todos los maratones en los que he participado, el de Madrid es el que tiene un recorrido más bonito. Soy un atleta afortunado que puede decir que ha corrido los maratones de Nueva York, Berlín, París y Londres. Todos ellos más majestuosos, espectaculares y animados, sí, pero ninguno de ellos con un recorrido tan bonito como el de Madrid. Correr por las calles de la capital de España aquel 26 de Abril de 2009, sentir su belleza, dureza y grandeza en las piernas, es una de las mejores experiencias que he tenido como atleta.

Así que si todo va bien el próximo 28 de Abril volveré a enfrentarme a la mítica distancia en Madrid. A partir del lunes tendré por delante 13 semanas en las que trataré de prepararme lo mejor posible para afrontar este nuevo reto. Un reto que me lleva ilusionando desde hace muchos meses y que es hora de empezar a darle forma.

Subiendo una dura cuesta durante el Maratón de Madrid el 26 de Abril de 2009