Hoy cumplo 31 años. Normalmente es una noticia que en la rutina en la que vivo pasa más o menos desapercibida. Mi día va a ser bastante normal. Esta mañana he venido a trabajar como siempre a las ocho, a mediodía comeré en la sala-comedor que tenemos en las oficinas y leeré un poco de Runner's World hasta las tres y media. Después, cuando acabe de trabajar iré a hacer unas series a las pistas de Espinardo y cuando las haya hecho a casa a cenar. Charlaré un rato con mi compañero de piso y es posible que salgamos a tomar una cerveza rápida con algún amigo, aunque no sé si estaré demasiado cansado para eso. Lo veré sobre la marcha. La verdad es que nunca he sido persona de celebrar mis cumpleaños, en mi opinión, son solamente un día más en la vida.
Sin embargo, hoy escribo aquí porque es el segundo aniversario de un día que cambió mi vida, día que casualmente coincidió con el que cumplí 29 años. Aquel año 2006 lo pasé entero en Miami trabajando en la Oficina Comercial de la Embajada de España con una beca que me concedió la Junta de Castilla La Mancha. Mi curiosidad y admiración por Nueva York me llevó a visitar a mi amiga Pitu (que vivía allí) uno de los puentes de los que dispuse. Coincidió además que ese puente “contenía” el 20 de Febrero, mi cumpleaños. Cayó en lunes, que además era el día que tenía el vuelo de vuelta para Miami, y por la mañana cogimos un ferry que nos llevó a la isla de Staten Island. Ese ferry es típico cogerlo para ver la Estatua de la Libertad, ya que pasa muy cerca y es gratis, por lo tanto puedes verla y hacerle fotos sin pagar el desmesurado precio del barquito turístico que te lleva a la isla donde está la estatua. Es un viaje de ida y vuelta, se coge el ferry a Staten Island, y al llegar te bajas y te montas otra vez en el mismo ferry que te devuelve a Manhattan. No hay nada más que hacer allí.
Era un día soleado, tuvimos mucha suerte, aunque hacía bastante frío. Cuando estábamos esperando a que el ferry iniciara el camino de vuelta, mi amiga Pitu me dijo:
- Carlos, ¿ves ese puente?
- Sí, ¿por qué?
- Es el Puente de Verrazano. Desde ahí sale la Maratón de Nueva York. Ese es el puente que sale siempre por la tele repleto de corredores.
- ¿Y cómo es que se sale desde ahí?
- Porque la Maratón pasa por los cinco barrios, sale del puente en la parte de Stanten Island, después pasa por Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx y acaba otra vez en Manhattan en Central Park. Hay además mucha animación y la ciudad se vuelca con los corredores. Hay público en todo el recorrido, no sólo para los profesionales, si no para todos los corredores porque es un día especial para toda la ciudad.
- Pues estaría genial correrla – Contesté.
- Pues ya sabes, ponte a entrenar, creo que es en otoño.
Desde la última vez que me había calzado unas zapatillas para correr podrían haber pasado perfectamente 15 años. Llevaba sin hacer deporte mucho tiempo, pero aquella ciudad me hizo desear correr su maratón. Además, de pequeño siempre había tenido el sueño tonto de correr la maratón de Nueva York desde que vi por primera vez en el telediario una noticia hablando de ella.
Me lo planteé ese mismo día como tantas otras cosas que nos planteamos y que nunca cumplimos, y al día siguiente (ya en Miami) salí a entrenar por primera vez. Un cuarto de hora de carrera continua me dejó valdado para dos días. A las dos semanas ya era capaz de enlazar una horita seguida corriendo. Poco después me planteé además de terminar el hacerlo en menos de cuatro horas, y el destino y la suerte me acompañó pues el tan ansiado dorsal de la Maratón de Nueva York me tocó en el sorteo oficial. Muchas horas de entrenamiento y esfuerzo me llevaron el 5 de Noviembre de 2006 a correr la Maratón de Nueva York en 3h22m41s. No me he podido desenganchar del running, en concreto de la pasión por las maratones, que es el reto y la distancia que me motiva cada día para entrenar y que me da energía para afrontar los problemas con los que me encuentro en mi vida.
Pero todo esto, como decía al principio, empezó en aquel ferry, en la Isla de Staten Island con mi amiga Pitu hace dos años. Fue esa ciudad maravillosa la que me vio nacer como runner, no sólo por ser allí donde perdí mi virginidad como corredor de fondo y maratoniano, si no porque fue allí donde tomé la decisión de empezar a correr, cambiando con ello mi vida para siempre.
Hoy hace dos años de aquello, dos maravillosos años en los que he disfrutado y experimentado sensaciones estupendas, sufrimiento, esfuerzo, satisfacción y una lista interminable de emociones que alimentan cada día mis ganas de ponerme las zapatillas y salir a devorar calles y caminos con ellas. Dos maratones, seis medias, un diez mil en ruta y dos crosses largos son de momento mi bagaje. Miami, San Francisco, Santa Bárbara, Las Vegas, Washington, Chicago, Nueva York, Toledo, Albacete, Madrid, Alcantarilla, Londres, Berlín, Murcia, Orihuela, Almansa, Molina de Segura, Lorca, Puerto Lumbreras, Torres de Cotillas o Caravaca, ciudades que han sentido el golpear de mis zapatillas sobre sus distintos suelos.
Que sean muchas más carreras. Que sean muchos más lugares. Que sean muchos más años.
Sin embargo, hoy escribo aquí porque es el segundo aniversario de un día que cambió mi vida, día que casualmente coincidió con el que cumplí 29 años. Aquel año 2006 lo pasé entero en Miami trabajando en la Oficina Comercial de la Embajada de España con una beca que me concedió la Junta de Castilla La Mancha. Mi curiosidad y admiración por Nueva York me llevó a visitar a mi amiga Pitu (que vivía allí) uno de los puentes de los que dispuse. Coincidió además que ese puente “contenía” el 20 de Febrero, mi cumpleaños. Cayó en lunes, que además era el día que tenía el vuelo de vuelta para Miami, y por la mañana cogimos un ferry que nos llevó a la isla de Staten Island. Ese ferry es típico cogerlo para ver la Estatua de la Libertad, ya que pasa muy cerca y es gratis, por lo tanto puedes verla y hacerle fotos sin pagar el desmesurado precio del barquito turístico que te lleva a la isla donde está la estatua. Es un viaje de ida y vuelta, se coge el ferry a Staten Island, y al llegar te bajas y te montas otra vez en el mismo ferry que te devuelve a Manhattan. No hay nada más que hacer allí.
Era un día soleado, tuvimos mucha suerte, aunque hacía bastante frío. Cuando estábamos esperando a que el ferry iniciara el camino de vuelta, mi amiga Pitu me dijo:
- Carlos, ¿ves ese puente?
- Sí, ¿por qué?
- Es el Puente de Verrazano. Desde ahí sale la Maratón de Nueva York. Ese es el puente que sale siempre por la tele repleto de corredores.
- ¿Y cómo es que se sale desde ahí?
- Porque la Maratón pasa por los cinco barrios, sale del puente en la parte de Stanten Island, después pasa por Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx y acaba otra vez en Manhattan en Central Park. Hay además mucha animación y la ciudad se vuelca con los corredores. Hay público en todo el recorrido, no sólo para los profesionales, si no para todos los corredores porque es un día especial para toda la ciudad.
- Pues estaría genial correrla – Contesté.
- Pues ya sabes, ponte a entrenar, creo que es en otoño.
Desde la última vez que me había calzado unas zapatillas para correr podrían haber pasado perfectamente 15 años. Llevaba sin hacer deporte mucho tiempo, pero aquella ciudad me hizo desear correr su maratón. Además, de pequeño siempre había tenido el sueño tonto de correr la maratón de Nueva York desde que vi por primera vez en el telediario una noticia hablando de ella.
Me lo planteé ese mismo día como tantas otras cosas que nos planteamos y que nunca cumplimos, y al día siguiente (ya en Miami) salí a entrenar por primera vez. Un cuarto de hora de carrera continua me dejó valdado para dos días. A las dos semanas ya era capaz de enlazar una horita seguida corriendo. Poco después me planteé además de terminar el hacerlo en menos de cuatro horas, y el destino y la suerte me acompañó pues el tan ansiado dorsal de la Maratón de Nueva York me tocó en el sorteo oficial. Muchas horas de entrenamiento y esfuerzo me llevaron el 5 de Noviembre de 2006 a correr la Maratón de Nueva York en 3h22m41s. No me he podido desenganchar del running, en concreto de la pasión por las maratones, que es el reto y la distancia que me motiva cada día para entrenar y que me da energía para afrontar los problemas con los que me encuentro en mi vida.
Pero todo esto, como decía al principio, empezó en aquel ferry, en la Isla de Staten Island con mi amiga Pitu hace dos años. Fue esa ciudad maravillosa la que me vio nacer como runner, no sólo por ser allí donde perdí mi virginidad como corredor de fondo y maratoniano, si no porque fue allí donde tomé la decisión de empezar a correr, cambiando con ello mi vida para siempre.
Hoy hace dos años de aquello, dos maravillosos años en los que he disfrutado y experimentado sensaciones estupendas, sufrimiento, esfuerzo, satisfacción y una lista interminable de emociones que alimentan cada día mis ganas de ponerme las zapatillas y salir a devorar calles y caminos con ellas. Dos maratones, seis medias, un diez mil en ruta y dos crosses largos son de momento mi bagaje. Miami, San Francisco, Santa Bárbara, Las Vegas, Washington, Chicago, Nueva York, Toledo, Albacete, Madrid, Alcantarilla, Londres, Berlín, Murcia, Orihuela, Almansa, Molina de Segura, Lorca, Puerto Lumbreras, Torres de Cotillas o Caravaca, ciudades que han sentido el golpear de mis zapatillas sobre sus distintos suelos.
Que sean muchas más carreras. Que sean muchos más lugares. Que sean muchos más años.
Preciosa y muy emotiva entrada CarLitros. Además entraste por la puerta grande Nueva York y luego vendría Berlín y pronto París. Y lo mejor de todo esque corriste y no te apeaste de este tren de correr a diario...un saludo y envidia sana de que conozcas tantas ciudades.
ResponderEliminarPues si que es bonito que recuerdes tu cumpleaños de aquel año por esa anécdota...
ResponderEliminaraysssssss...nueva york y su maratón!!!...yo aún tengo los recuerdos de él muy presentes...y me ha dado mucha morriña leerte...
Muchísimas felicidades Carlitros y que hoy, tu día...sea un poquito más especial de lo normal.
Besitos.
Hola, pues yo ahora estoy como en tu etapa inicial en Miami, pero el objetivo es el mismo, correr el Maratón de NY, me alegro que tu ya lo hayas conseguido, te seguiré leyendo. Encantado de conocerte. Un saludo.
ResponderEliminarPor cierto felicidades.
ResponderEliminarFelicidades Carlitros¡¡¡¡.Cinco dias nos separan,eres como yo Acuario,buen signo.Y la edad que tienes es estupenda.Yo tengo como asignatura pendiente correr en Nueva York,quizá un dia también se haga realidad,el tiempo lo dirá.Pero desde luego Nueva York debe ser destino de todo aquel que quiera vivir una Maraton con plenitud y disfrutarla a tope.Otra cosa es que los dineros y el momento lo permitan.
ResponderEliminarUn abrazo y que cumplas muchos más,estás en una edad estupenda.
Supongo que tu gran próximo objetivo es bajar de las 3 horas,ya que no estás muy lejos de ello.
Se me olvidó de decirte ¡¡felicidades!!
ResponderEliminarFelicidades por ese segundo Aniversario.
ResponderEliminarSin duda una de las cosas que me gustaría poder lograr en mi vida sería correr en New York.
Emociona ver como de un día para el otro se pueden lograr tantas cosas.
"Lo mas dificil de correr es dar el primer paso"
Me ha encantado tío. Como sabes, mi reto será igual que el tuyo: ¡¡y me anima un montón!!. Es estupendo ver como hay gente con esa capacidad de cambio y sacrifio.
ResponderEliminarEnorme!!.
Un abrazo fuerte.
Vaya!!:
ResponderEliminarSe me olvidaba:
Cumpleaños feliz...
cumpleaños feliz...
te deseamos todos...
cumpleaños... feliz...
Un abrazote.
Maravillosa historia!Me he emocionada....así da gusto cumplir años.FELICIDADES!!!La verdad que decidirse por 1ª vez a hacer un maraton siempre es algo especial,pero en tu caso fué el no va más!!!!!,y visitar la ciudad dónde se celebrará un maraton que te gustaría correr es la guinda que te faltaba ya por lanzarte a hacer ese maraton.
ResponderEliminarMe pasoó este Octubre con mi visita de 3 días en Barcelona,fué ver las torres esas de la Plaza España, y no pensarmelo dos veces(bueno,igual me lo pensé alguna más,pero lo tenía claro,aunque no quería verlo....); "Voy a hacer el maraton de Barcelona en 2008".Es diferente a lo tuyo,pero se le podría parecer en plan mini.Que pases un buen día.
Por supuesto está en la agenda para hacer NY alguna vez....sin prisa.Adios
Muchas felicidades,tenemos casi la misma marca en New York,espero que en los proximos años sigas corriendo cada vez mas rebajndo las marcas como hasta el momento,un saludo.
ResponderEliminar!Hola sobrino¡
ResponderEliminarCreo que se debería escribir un tratado de psiquiatría sobre los maratonianos, estais un poco zumbados, yo tengo a dos o tres pacientes corredores y creo que dejarían a mujer e hijos por correr.
Un abrazo y suerte en las próximas
CarLitos, muchas felicidades por el logro que nos has explicado, así com también por el día de tu cumpleaños. Quizás algún día nos veamos por NY.
ResponderEliminarUn saludo.
felicidades carlitros, una historia muy emotiva;
ResponderEliminarcon mis mejores deseos y espero que compartamos aventuras en París