Hace justo dos años. Tal día como hoy pero en 2007.
A pesar de todo este tiempo no se me olvida cuánto sufrí, cuánta decepción sentí durante un buen rato, cuántas cosas se me pasaron por la cabeza, cuántos ánimos recibí del público, cuánto dolor soporté.
No se me olvidan las palabras de aquel corredor extremeño que me vio pararme a andar justo en el cartel del Km. 40, aquellas que me dieron el empujón que necesitaba: "Joder, que llevas 40, no me digas que no hay cojones a hacer los dos que quedan corriendo".
No se me olvida la sensación de vacío de fuerzas que sentí durante esos kilómetros. No se me olvida la larguísima recta final y su espectacular llegada tras pasar por la Puerta de Brandenburgo.
Pero sobretodo no se me olvida el alivio y la satisfacción que sentí cuando pasé por meta.
Han pasado dos años desde que corrí el Maratón de Berlín, que supuso además mi segundo maratón, y que completé en 3h16'41". Pero por suerte aún quedan en mi memoria las sensaciones vividas y soportadas durante aquellos interminables 42195 metros.
A pesar de todo este tiempo no se me olvida cuánto sufrí, cuánta decepción sentí durante un buen rato, cuántas cosas se me pasaron por la cabeza, cuántos ánimos recibí del público, cuánto dolor soporté.
No se me olvidan las palabras de aquel corredor extremeño que me vio pararme a andar justo en el cartel del Km. 40, aquellas que me dieron el empujón que necesitaba: "Joder, que llevas 40, no me digas que no hay cojones a hacer los dos que quedan corriendo".
No se me olvida la sensación de vacío de fuerzas que sentí durante esos kilómetros. No se me olvida la larguísima recta final y su espectacular llegada tras pasar por la Puerta de Brandenburgo.
Pero sobretodo no se me olvida el alivio y la satisfacción que sentí cuando pasé por meta.
Han pasado dos años desde que corrí el Maratón de Berlín, que supuso además mi segundo maratón, y que completé en 3h16'41". Pero por suerte aún quedan en mi memoria las sensaciones vividas y soportadas durante aquellos interminables 42195 metros.
¡Vaya aprieto! Estar viendo una película y casi quedarse dormido cuando llega el desenlace final. Menos mal que alguien te despertó.
ResponderEliminarJoder Carlos, pues para ser tu segundo maratón no está mal de tiempo...con estas lineas has puesto de manifiesto lo que puede llegar a ser un maratón...hasta que no cruzas la meta, no termina.
ResponderEliminarUn saludo
Quique
Yo He tenido la mismas sensacion pero en el mi tercer maraton, del 37 al 42, creia que no llegaria, pero a trancas y a barrancas, llegue, y ya pensado en otro Maraton.
ResponderEliminarDe casa Maraton se aprende algo, y todos tienen algo especial
Si es que son sensaciones que hay que vivir.
ResponderEliminarSolo se valora un maratón cuando las has experimentado.
Eso si, que no las vuelvas a pasar.
Un saludo
Bueno, eso queda lejos. ¿Pero en el 2007 no habían quitado todavía el muro?
ResponderEliminarCarLitros y es que son días imposibles de olvidar, días que dejan huellas. Bien por recordarla.
ResponderEliminarun abrazo
Carlos eso es todo un clasico! Desde luego que estas hecho ya un profesional del maratón!!
ResponderEliminarBonito cumpleaños. Seguro que tienes esas sensaciones grabadas a fuego y las recordarás cada 30 de septiembre. Por cierto, la marca espectacular.
ResponderEliminarUn besazo!
Que ganas y que miedo a la vez de sentir esa sensación maratoniana. Un recuerdo que no se olvida seguro. Un abrazo.
ResponderEliminarBufff! la maratón.....a veces se me pasa una idea fugaz por la cabeza de prepararme una dentro de muchos años, pero al leer cosas como éstas....jeje, es que si tú Carlos sufriste de esa manera no me quiero ni imaginar a mí en esa papeleta, jejeeje. Muy bien haces en recordar esos tiempos y seguir aprendiendo de ellos, un abrazo.
ResponderEliminarAy qué sentimental eres. A ver cuándo volvemos a Berlín a renovar sensaciones.
ResponderEliminarno me acordaba q era el aniversario de berlin.bueno,al final lo pasamos bien,sobre todo yo ,q no me canse,y cuando pasaste x la meta no me di cuenta de q ibas muy cansado.love & hugs,charo
ResponderEliminarLo impoertante es que la terminastes y con un tiempazo a pesar de pasarlo mal.
ResponderEliminarhay q terminar y tu lo hiciste,con dos cojones....
ResponderEliminarhe visto tus comentarios por otros blogs y si a ti no te importa me gustaria ir siguiendote.
un saludo
Esos momentos son de los que no se olvidan, como demuestra esta entrada que compartes con todos nosotros, pero a pesar de todos los pesares, has vuelto a la maratón y eso es lo importante. Todo cuesta en la vida, nada es gratis, y lo que conlleva más sacrificio es lo que más se aprecia.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Qué envidia de sensaciones! Yo sueño con acabar alguna vez alguna maratón... y no me quiero ni imaginar lo que debe ser cruzar la meta.
ResponderEliminarUn abrazo!
Carlitros, cada maratón, con todas sus sensaciones y emociones, más las buenas que las malas, siempre queda en nuetra memoria... y es bueno hacer un ejercicio para recuperar aquellas impresiones... buena motivación para buscar nuevas metas. Feliz 2º cumpleaños...
ResponderEliminarEs una Maraton que tengo que hacer tarde o temprano...más bien tarde jejeje suerte en la nueva temporada campeón!!
ResponderEliminarUf, esos últimos kilómetros deben ser muy duros, pero lo pudiste acabar y por lo que veo, cogiste impulso para los siguientes maratones.
ResponderEliminar¿Cómo va la elección del próximo? ;)
Que es una pesadilla o un sueño , el tiempo lo dirá . Un saludo .
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