XXII Media Maratón de Hellín. De vuelta.

He estado en España. Llegué el domingo 4 de Octubre por la noche en un vuelo Bristol - Alicante y he estado allí hasta esta mañana, la del martes 20 de Octubre, concretamente hasta la una y veinte que he cogido un vuelo Alicante - Bristol. He tenido dos semanas y pico bastante ajetreadas en las que mi relación con Internet, la red de redes, ha sido casi inexistente. De ahí mi silencio escrito en este y todos los blogs donde habitualmente escribo y comento.

Pero hoy, ya desde Exmouth, vuelvo a escribir. Y lo hago como más me gusta, con la crónica de una carrera. Desde que hice el diezmil en pista el día 9 de Septiembre no había vuelto a competir y el cuerpo ya pedía guerra. La carrera elegida, la Media Maratón de Hellín, donde el año pasado descubrí la dureza de sus cuestas y pegué un buen pinchazo en la segunda vuelta, terminando en 1h27’13” a pesar de correr a tope para intentar mejorar la marca que tenía entonces (1h24’25”).

XXII MEDIA MARATÓN NACIONAL DE HELLÍN - EL PERFIL.



Una vuelta pequeña de un kilómetro y pico más dos vueltas a un perfil rompepiernas con continuas subidas y bajadas, presididas por una larga cuesta de un kilómetro y medio en la que además la zona más dura está al final de la misma. Después de las dos vueltas grandes algo menos de 1 kilómetro hasta la meta en el Estadio de Atletismo.

XXII MEDIA MARATÓN NACIONAL DE HELLÍN - LA PREVIA.

Llegamos a Hellín a las 9 y pico, con tiempo para aparcar al lado de la salida, coger el dorsal, tomar café, visitar a Roca y calentar. David y yo decidimos calentar con el chándal y trotamos juntos unos 15 ó 20 minutos. Le pregunto cómo afrontar la carrera y no llegamos a ninguna conclusión, pues con ese perfil hay que dejarse llevar por las sensaciones en carrera. Además hace aire, lo que va a dificultar aún más las cosas. Lo que tenemos claro los dos, porque lo llevamos hablando más de un mes, es que hoy tengo que correr a tope. No es una buena media para hacer marca por su dureza y por la experiencia de 2008, pero nos va a dar una buena referencia de mi estado de forma con vistas a una posible participación en algún maratón en Noviembre. Vuelvo al coche y me enfundo por primera vez desde Junio, que ya tenía muchas ganas, mi camiseta naranja del Club Atletismo Fuente Álamo. Ya en la salida me coloco a unos 10 metros del arco y ese bendito cosquilleo en la barriga se apodera de mí hasta el pistoletazo de salida.

XXII MEDIA MARATÓN NACIONAL DE HELLÍN - LA CARRERA.

Salida rápida y cuesta abajo. Avenida ancha. Cojo pronto mi sitio y corro con fluidez casi desde el principio. Dos curvas a derecha y encaramos la primera subida del día. En ella está el cartel del primer kilómetro que paso en 3’48”. Un poco más de subida y otras dos curvas a la derecha para volver a pasar por el arco de salida y empezar la primera vuelta grande. El segundo kilómetro empieza a definir grupos y posiciones. La avenida de la salida es, como antes he dicho, cuesta abajo, lo que ayuda a mantener un ritmo alegre. Al llegar al final giramos ligeramente a la izquierda y comenzamos a subir de nuevo ya en el recorrido de la vuelta grande. Al poco pasamos el Km. 2 en 3’49”. Digo pasamos porque voy en un grupo con otros dos corredores. Delante, a unos 30 ó 35 metros, hay otro grupo con 8 ó 10 unidades en el que distingo a corredores el C.A. Albacete, del C.A.Chinchilla, y a Pilar Igarza del C.A. La Roda, que es en ese momento y será también en meta la segunda clasificada femenina. Se convierte en mi objetivo entonces empalmar con el grupo que me precede, aún a costa de ir escapándome poco a poco de mis dos compañeros. Ya en solitario paso el Km. 3 en 4’01”. El cuarto kilómetro suaviza un poco, y lo hago en 3’49”, justo después de dar alcance y adelantar a dos componentes del grupo al que persigo que han ido perdiendo fuelle. Los dejo atrás y sigo tirando para enlazar con el grupo del que se han quedado. Paso el cartel del Km. 5, situado en la avenida principal, con un tiempo de 3’55” y un acumulado de 19’22”.

Justo después del cartel hago un giro de 180º y comienzo a bajar en sentido contrario unos metros por la misma avenida. Ahí aprieto un poco más y logro enlazar con el grupo. Este kilómetro es bastante rompepiernas, con continuas subidas y bajadas callejeando por las calles paralelas y perpendiculares de la avenida. Debido al esfuerzo realizado para alcanzarlo me resguardo en mitad del grupo y simplemente me dejo llevar. Paso el Km. 6 en 3’51”. Serpenteamos unos 300 más y, tras salir de nuevo a la avenida principal, giramos a la derecha para empezar la gran cuesta, aquella que el año pasado pudo conmigo, aquella que me dejó sin fuerzas, esa que hoy amenaza con volver a reírse de mí. En esta zona el grupo se estira un poco más y cada uno trata de buscar su ritmo, aunque seguimos más o menos juntos. Yo voy con la avanzadilla, sin miedo, pero sin llegar a despegarnos del todo y sin perder la cabeza. En medio de la cuesta el Km. 7, en 4’07”. No hay tirones, el ritmo es constante y llegamos arriba. Unos metros de ligerísima bajada, más bien llano, en el que vamos recuperando, y pasamos por el Km. 8 en 4´08”. El grupo se reordena y todos juntos, tras una curva a la izquierda, empezamos una fuerte bajada. Me adelantan todos ya que su ritmo bajando es más fuerte que el que yo llevo, por lo que me descuelgo un poco y decido, en principio, bajar más tranquilo. Pero hace bastante aire y hay un gran vacío a mi espalda, así que en un rápido cambio de planes pienso que es mejor aguantar en el grupo aunque me suponga un sobreesfuerzo que quedarme solo. El Km. 9 lo pasamos en 3’44” justo antes de girar a la izquierda hacia una zona más llana y adoquinada. Los adoquines son incómodos pero el ritmo sigue siendo fuerte. Tras salir de esa zona giramos a la derecha para seguir bajando, hasta el Km. 10, que hacemos en 3’45” para un acumulado de 38’57”.

Unos metros después de pasar el cartel del décimo kilómetro giramos dos veces a izquierda y entramos en la última subida del circuito, de unos 400 metros, que como comenta Pilar Igarza mientras la subimos, en la última vuelta va a ser criminal. Al terminarla giramos a la derecha, 100 metros llanos y otra curva a la derecha para empezar otra vez la bajada de la salida. Pasamos de nuevo por tanto por el arco de salida completando la primera vuelta grande. Justo después, a unos 200 metros, cartel del Km. 11 con un tiempo de paso de 3’55”. Y aquí llega otro momento clave, pues terminando esa bajada un corredor del C.A. Albacete rompe el ritmo y se escapa un poco del resto del grupo. Yo me voy tras él y le doy caza, pero duda y mira para atrás parece que esperando a la gente que venía con él, así que lo paso y cambio un poco el ritmo para intentar alcanzar al grupo de 3 que va delante. Los cojo rápido y sin parar mi progresión los adelanto. Paso el Km. 12 en 3’48”. No me pueden seguir y me fijo ahora como objetivo alcanzar a otro corredor con camiseta naranja que me precede. En su persecución paso por el Km. 13 en 3’58” y poco después le doy alcance. Me mantengo a su estela para recuperar un poco, para después empezar a relevarnos. Así llegamos al Km. 14 en 3’55”. Miro para atrás y veo un grupo de unas 3 ó 4 unidades que nos sigue de cerca pero no nos dan alcance. Nosotros seguimos a lo nuestro. Kilómetro 15 en 3’58” para un total de 58’31”. Me empiezo a plantear que puedo hacer marca hoy, que puedo estar alrededor de la 1h22’.

Hasta el Km. 16 es el tramo rompepiernas que precede a la gran cuesta. Seguimos colaborando y hacemos ese kilómetro en 4’02”. Después del cartel curva a la derecha para afrontar por segunda vez esa jodida cuesta que me reventó el año pasado. El recuerdo de aquel día me hace ser prudente, y decido no cebarme. Mi compañero de fatigas en los últimos kilómetros se me escapa unos metros, y el grupo que me persigue, sin llegar a darme alcance, se acerca poco a poco. A pesar de eso no me cebo, la subo a un ritmo que me permite dosificar fuerzas pues una vez que terminemos de subir aún quedan casi 4 kilómetros hasta meta. Paso el cartel del Km. 17 en solitario con un tiempo de 4’17”, el kilómetro más lento de toda la carrera, pero el único que es entero en subida. Aún quedan unos cuántos metros para llegar a la cima, que además son los más duros, así que mantengo la concentración y no desespero, tratando de subir lo más rápido posible con un esfuerzo razonable. Y llegamos arriba, a la zona casi llana, donde recupero un poco, empiezo a respirar más profundamente y me preparo para la bajada. Curva a la izquierda y me lanzo, ahora sí, a tumba abierta. Me viene a la memoria como el año pasado en esta bajada no fui capaz de ir rápido porque llegué muerto, pero hoy las sensaciones son mucho mejores. Alcanzo rápidamente al hombre de naranja, lo adelanto, y hago lo propio con un grupo de tres que iba delante. Paso el Km. 18 en 3’52”. Rapidísimo teniendo en cuenta que del 17 al final de la cuesta había unos cuántos metros. Me acerco rápidamente al siguiente corredor, cuando giramos a la izquierda para entrar en la zona adoquinada. Allí le doy alcance y justo al pasar el Km. 19, en 3’34”, le adelanto y le dejo atrás. El siguiente objetivo lleva una camiseta con publicidad de Forlasa. Le cojo bajando y me quedo a su estela en una pequeña zona llana que bordea una glorieta. Al pasarla volvemos a bajar y le adelanto. En esa bajada exprimo al máximo a pesar de que aún quedan casi 2 kilómetros y que sé que aún tengo que subir la última rampa. Termino la bajada, giro a la izquierda, paso más gente, vuelvo a girar a la izquierda y comienzo a subir. Esta vez no conservo como hace un rato, esta vez lo doy todo aunque llegue muerto arriba. En medio de la subida está el cartel del Km. 20 que hago en 3’37” con el tramo de subida y todo. Miro el tiempo acumulado. 1h17’53”.

Voy en tiempo de bajar de 1h22 si no me desinflo. Tendría huevos que hiciera marca personal en este circuito, pero ya no hay más remedio que intentarlo. Sigo subiendo con todo lo que tengo, llego al final de la cuesta y giro a la derecha para un tramo llano de unos 100 metros. Tengo que aflojar un poco para recuperar, pero pronto vuelvo a la cadencia que llevaba. Giro otra vez a la derecha y paso bajo el arco de salida por última vez, completando la segunda vuelta grande. De ahí a meta quedan unos pocos metros de bajada en la misma avenida del principio, una curva a la izquierda y otra curva a la izquierda para entrar al Estadio. Me tiro otra vez con todo en la bajada y negocio lo mejor que puedo las dos últimas curvas a izquierda que me llevan al Estadio. La rampa de entrada a la pista no está pensada para esto, sin duda, porque hay que hacer un giro muy brusco que te obliga casi a parar en seco. Eso me hace daño, pero veo a Vicente que me grita y anima al verme empezar la vuelta final: “Vamos Carlitos, que aún puedes hacerlo”. Sé que es el último esfuerzo, sé que voy muerto, pero sé que tengo que poner la guinda a esta gran carrera con una gran vuelta final, así que me olvido del dolor y empujo el ritmo todo lo que puedo. Termino la curva, entro a la contrarrecta y adelanto a David, el Míster, que está trotando por la zona de césped. Me grita para intentar sacarme el último sprint y lo consigue. Hago la curva y la recta final a tope, y justo antes de entrar veo en el crono que voy a bajar de 1h22, aunque por poco. Cruzo por meta sin mirar ni parar el reloj. Después sabré que el tiempo oficial ha sido 1h21’55” y el tiempo real 1h21’51”. Puesto: 24º de 629. Senior Masculino: 11º de 164.

XXII MEDIA MARATÓN NACIONAL DE HELLÍN - LAS CONCLUSIONES.

Desde luego ha sido una gran carrera, confirmando que estoy en un buen momento de forma, aunque lo más positivo en mi opinión ha sido el hecho de haber elegido muy bien la táctica en cada momento dentro de la carrera. Eso me da confianza para otros retos.

Por cierto, mis tres últimas carreras han sido en este orden, marca personal en 5000 (17’42”), marca personal en 10000 (36’56”), marca personal en Media Maratón (1h21’51”), así que. . . ¿alguien sabe lo que estoy pensando para la próxima?.

Salud !!